Aprender otros idiomas desde niños trae un conjunto de beneficios que mejora las habilidades sociales, laborales y culturales, incluso de salud, ya que algunos estudios han demostrado que hablar varios idiomas disminuye el avance de enfermedades como el Alzheimer. Por todo esto, plantear como objetivo el aprendizaje de uno o más idiomas además del materno desde la infancia es una excelente decisión.
Otra ventaja es que los niños bilingües o multilingües pueden analizar más rápido las palabras y sus significados, inclusive entre distintas lenguas y sobre todo entre cognados, es decir, términos que comparten mismas raíces etimológicas. Esto les da ventaja para la comprensión de lectura, tal como lo comprobó un estudio de Psychological Science dirigido por Eva Van Assche